domingo, 22 de septiembre de 2013

2 Guns (Dos Armas Letales) - Crítica


El dúo dinámico

Imposible aburrirse. Dos Armas Letales deja un gran sabor, dulce como la venganza (como en algún momento citan algunos de sus participantes) y con ganas de degustar una rebanada más.
Baltasar Kormákur (Contrabando) es el director y responsable de esta especie de buddy film súper ágil rítmicamente y abarcador de una mezcla perfecta de diversos géneros. El islandés emprende una filmación vigorosa desde lo técnico, con planos enérgicos y efectivas dosis de efectos especiales, sumándole una narrativa a pura adrenalina que no hace más que dar lugar al entretenimiento a escalas crecientes.
La historia nos remite a un agente de la DEA (Denzel Washington) y a un oficial de Inteligencia Naval (Mark Wahlberg), quienes roban un banco haciéndose de un motín de más de 43 millones de dólares. Ninguno de los dos conoce la verdadera identidad del otro, y entre desvíos y virajes, se ven envueltos entre distintos tipos pesados, todos en busca del efectivo y sin escrúpulos ni flexibilidades para obtenerlo.


El ingrediente principal, fuerte y picante de la película está dado en las actuaciones brillantes y contagiosas del dúo protagónico. Desbordantes de chispa y con un feeling majestuoso entre ellos, Wahlberg (impulsivo y canchero) y Washington (más frío y calculador) parecen divertirse y conocerse de toda la vida; la naturalidad con la que emprenden las intervenciones es la que logra meterse al público en el bolsillo. La acción, los tiroteos y un suculento y bien recibido humor (en ocasiones tan negro como gozoso) están a la orden del día, todo proyectado de un modo raudo, vivaz.
Pero más allá de que los “héroes” conformen lo superlativo de la cinta, los secundarios (Bill Paxton y Edward James Olmos) también aportan lo suyo a base de un carisma irrefrenable.
Kormákur termina concibiendo un film redondito, en donde además incluye unas cuantas hábiles vueltas de tuerca. A Dos Armas Letales, incluso, vale la pena perdonarle algunas falencias o resoluciones exageradas.

LO MEJOR: Wahlberg y Washington, standing ovation para ambos. La química que tienen en el relato. Acción, excelentes gags. Musicalización. No para un minuto, entretiene.
LO PEOR: determinaciones algo desorbitadas, algunas se pueden pasar por alto.

PUNTAJE: 8,6

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