viernes, 20 de septiembre de 2013

This is the End - Crítica


Comedia se busca

Seth Rogen y Evan Goldberg debutan desde la dirección con esta película que, en su intento de combinar lo gracioso con lo apocalíptico, se queda en el camino sin resucitar a un rubro en crisis en materia cinematográfica.
Lo que aparentaba ser un concierto de frenesí sin parates encuentra en su desarrollo unos cuantos baches en lo que respecta a gags y a diálogos que, en su afán de divertir, se tornan repetitivos hasta la supresión del mínimo esbozo de sonrisa en nuestro rostro. Si bien la banda sonora ayuda a aligerar el ritmo y a hacernos pasar momentos apreciables, hay algo que no termina de encajar, de funcionar.
This is the End parte de la reunión de actores en una fiesta desbordante de alcohol y fumatas. Un temblor apabulla a los invitados, de la mano del acercamiento del fin del mundo, por lo que los sobrevivientes deciden instalarse en la casa de James Franco, resistiendo amotinados allí mientras se va dando una serie de sucesos hilarantes.


El gran problema del film radica en la dificultad por encontrar regularidad entre una escena y su subsiguiente; cuando se está merodeando y circulando alrededor del punto más cercano al clímax, algún hueco rompe el esquema echando todo por la borda.
Aquello que incita a la diversión y al descontrol de los personajes por la ingesta de sustancias alucinógenas es efectivo si se aplica en la medida justa, pero cuando los directores se enamoran de sus propios recreos de humareda el asunto se pone tan redundante como inmaduro.
En This is the End, Seth Rogen hace de Seth Rogen; Jonah Hill encarna a Jonah Hill, y así sucesivamente, por lo que cada uno de los sujetos recurren (probablemente de los aspectos más destacables) de buena forma a la autoparodia, burlándose de sí mismos en determinados pasajes de la historia.
Si bien posee unos cuantos trozos ocurrentes y socarrones capaces de hacer reír al espectador, la proyección peca de abusar de elementos muy utilizados en las comedias contemporáneas, quedando a mitad de camino no sólo hacia la superación, sino también al alcance de la media.

LO MEJOR: Jonah Hill, definitivamente tiene un carisma muy peculiar, contagia, agrada. Un par de instantes hilarantes. Ending scene.
LO PEOR: le cuesta horrores encontrar estabilidad. Tambalea entre secuencia y secuencia. No es tan desternillante como solicita el género. Le sobran, al menos, quince minutos

PUNTAJE: 5

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