jueves, 2 de enero de 2014

El lobo de Wall Street - Crítica


Lujuriosos muchachos

Martin Scorsese vuelve a hacer ruido. Retumba, provoca y despierta polémicas con un film lleno de excesos. Amantes del afamado director se sentirán a gusto; quienes nunca comulgaron con su estilo, factiblemente detractarán su obra.
Se la puede catalogar casi netamente como una comedia con intensos tintes dramáticos, en donde el común denominador y aspecto más abarcado durante el metraje encuentra su lugar en la codicia y el libertinaje. Quien supo construir Goodfellas vuelve a dar cátedra en todo lo que tenga que ver con movimientos de cámara y elementos narrativos; Scorsese cuenta con la admirable capacidad de lograr que el relato a partir del recurso de la voz en off resulte atractivo y nunca quede mal, además de poseer un don nato en lo que respecta a la presentación de los personajes.


El lobo de Wall Street nos enseña el mundo de la bolsa y las acciones, gobernado por esa ansiedad permanente de obtener rentabilidad y sacar diferencia con las comisiones. Y para ello no hay nadie mejor que Jordan Belfort (magnífica, nuevamente, actuación de DiCaprio), quien una vez inmerso en este mundo de valores y presiones, comienza a montar su fraudulento negocio. No hay nadie mejor que él. Su mano derecha Donnie (brillante Jonah Hill), junto a otros compañeros, se sube al ambicioso barco de Belfort, en donde la desmesura y lo políticamente incorrecto están a la orden del día.
¿Excesiva? Por donde se la mire, pero la superabundancia de acontecimientos casi grotescos son una variable fija en la línea fílmica de Marty, elemento que lo distingue y por el cual ha acumulado seguidores. Probablemente el director de Shutter Island se cebe y no sepa hasta qué punto es necesaria la apelación a orgías y secuencias en donde las drogas y el sexo copan la pantalla.
Entretenida, osada, graciosa, la cinta porta un desenfreno y un ritmo endemoniadamente lunático, en lo que quizás sea la realización más chiflada de Scorsese. Contagiosa, filosa y con una crudeza tan exagerada como rugiente, nos muestra los peligros de las adicciones, las pretensiones y el círculo vicioso e insaciable que encierra la ambición.

LO MEJOR: el estilo narrativo del director. Actuaciones bestiales, salvajes y excelentes de Leonardo DiCaprio y Jonah Hill. Hilarante, extravagante.
LO PEOR: se aprisiona en su propia trampa y recurso al exceso y a las juergas que presencian sus protagonistas. Tres horas que podrían resumirse, al menos, en dos y media.

PUNTAJE: 7,6

6 comentarios:

  1. O sea: de lo que sí vale la pena pagar para ver en el cine. Ya quiero.

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    1. Es buena, bastante. No se acerca a lo mejor de Scorsese, pero tiene momentos increíbles. Pero también sus puntos débiles, para mi gusto la duración, la última media hora se hace algo pesada. Saludos, después contame qué te pareció

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  2. Felicitaciones. Lo invito a pasar por mi blog, tal vez podamos compartir experiencias cinéfilas. Me gustaría.

    http://lahuelladelojo.blogspot.com

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    1. Muchas gracias, William. Me estaré pasando por su blog para compartir sobre el mundo del séptimo arte. Saludos!

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